Hace poco hablaba entre amigas de ese momento en el que te sientes preparada, con ganas y más ilusión si cabe a ser mamá.
Y de repente aparecen esas dos rayitas y se desata el pánico.
Ya no hay vuelta atrás, ahora si que si voy a ser mamá.
¿Que hago? ¿estaré preparada? ¿me habré precipitado? Yo quería pero tan pronto… o …llevo tanto tiempo buscándolo que ahora que esta aquí no se si quiero.
Miedo. Creo que es la palabra perfecta al recibir la noticia. Miedo a ser mamá. A saber cuidar a ese bebé que va creciendo contigo. Miedo a no estar a la altura como madre. Miedo a saber criar. Miedo a saber educar.
Miedo a todo.
Va creciendo y los miedos no se van.
Miedo durante el embarazo. Miedo a la alimentación. Miedo a no estar preparada para el parto. Miedo al parto.
Nace y los miedos, aunque ya menos, con el bebé en brazos siguen apareciendo.
Miedo a que no coja peso. Miedo a que no evolucione como esperas. Miedo a que enferme.
Crece, tu creces como madre y creces en experiencia pero los miedos no se van.
Miedo a la separación. Miedo al destete.
Pero poco a poco los miedos son menos miedos. Porque tú sin darte cuenta te has preparado para superar cada uno de ellos. Porque te has convertido en madre. Y ser madre es otro grado, de los gordos amiga.
Y empiezas a ser consciente de que ese miedo que vino con esas rayitas ya nuca se irá.
Porque ser madre es pasar de pensar en ti a pensar en los demás… y ese miedo que vivirá ya siempre contigo te hará la persona más feliz del mundo.
Feliz miedo.
Gracias por el articulo, es muy interesante y completo. Soy madre primeriza y me e sentido muy identificada.
Un saludo
Me alegra saber que te ha venido bien el post! solo intento ayudar con las cosas que nos pasan a todas! Un abrazo!!